Es cierto que los deberes permiten consolidar trabajo que se ha llevado a cabo en clase y que, durante periodos vacacionales largos, ayudan a que los alumnos no olviden lo trabajado en el curso anterior pero, ¿Dónde está el límite?
No es que estemos en contra de los deberes escolares (ni mucho menos) pero creemos que todo es bueno en su justa medida y que, a veces, merece la pena pararse a reflexionar sobre algunos temas. Os dejamos este vídeo que quizá os ayude a hacer esta reflexión:
Desde Discere, esperamos que esteis pasando una buenas vacaciones.
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